EMERGENCIA CLIMÁTICA
29% - Transporte y movilidad
El impacto de este sector en el clima ha aumentado en los últimos años (en el estado han incrementado las emisiones un 50% en los últimos 20 años) debido a que cada vez viajamos más y consumimos productos de más lejos.
El transporte por carretera es el medio principal de transporte tanto de personas como de mercancías, generando el 95% de las emisiones que se generan en este sector.
La juventud tiene el poder para revertir esta situación al tener esta información a su alcance pudiendo reducir su huella de carbono y la de los productos que consumen tomando elecciones más responsables con el planeta
21% - Actividades industriales (consumo responsable y activismo)
Una veintena de empresas estatales y multinacionales contribuyen al calentamiento global con el 35% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono y metano. El uso de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) está directamente relacionado con más de un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero de la era moderna.
Para paliar esto, las empresas pueden reducir su impacto a través de auditorías energéticas, mejorando la tecnología de sus equipos e implementando sistemas de gestión energética.
Como personas consumidoras a través del activismo podemos incidir para que las empresas satisfagan nuestras necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas.
14% Consumo de energía
Cada minuto se envían 150 millones de mensajes de móvil o se realizan más de 2,4 millones de búsquedas online y la cifra va creciendo.
Las emisiones de gases de efecto invernadero como consecuencia del tráfico digital son ya similares a las del sector aéreo, uno de los grandes contribuidores al cambio climático. Que no las veamos no significa que no se produzcan.
Estas emisiones son consecuencia, sobre todo, del consumo energético que requieren las tecnologías digitales. Detrás de este elevado consumo están los centros de datos, unas salas con ordenadores funcionando las 24 horas del día, los 365 días del año y que necesitan ser continuamente refrigeradas.
12% - Alimentación (agricultura, ganadería y pesca)
Los alimentos que consumimos conllevan costes ambientales ocultos: transporte, refrigeración y combustible para el cultivo, así como emisiones de metano de plantas y animales.
La producción en intensivo a gran escala conlleva consecuencias diversas:
- Contaminación atmosférica debido al uso de invernaderos, maquinaria y transporte de productos kilométricos.
- Contaminación hídrica: el uso de productos químicos para acelerar los cultivos y luchar contra las plagas requiere de una aportación de agua muy grande
- Deforestación y las sequías: agota el suelo, dejándolo sin nutrientes, inservible para el cultivo o para que crezcan otras plantas.
- Pérdida de biodiversidad agrícola, al emplear solo los cultivos que son más rentables.